

Tenemos miedo a desarrollar nuestros dones más innatos, aquellos que te ha dado la vida por el echo de ser un ser vivo.
Todos somos importantes y tenemos un propósito en la vida, hacernos la vida digna de ser respetada por nosotros mismos ya que nos complace.
La mayoría de las personas se autoboicotean y boicotean a los de su alrededor ya que no confian en la grandeza inmersa dentro de cada uno.
Por lo general sucede de la siguiente forma,
-Yo me considero una persona mediocre y vivo dentro de una rigidez mental porque no me doy permiso a pensar que pueda ser aquello que anhelo, lo veo muy lejano, inalcanzable y finalmente lo veo imposible.
-Por descontado lo voy a trasladar a los míos voy a protegerles y les recordaré que han de ser como yo.
Cuándo se dan estos dos pasos ya se ha liado parda, Tenemos seres infelices, incapaces de conectar con aquello que se les da realmente bien porque solo lo asocian a pasar tiempo construyendo aquello que la sociedad establece como correcto.
Estudiar una carrera, trabajar en una gran empresa y ser uno más de la sociedad, ya que si destacas y fracasas te señalarán con el dedo durante un periodo corto de tiempo. Mejor pasa inadvertido.
Y así muchos vivimos en una vida de color gris, dejando que nuestros dones duerman.
Yo soy inconformista y cuando me di cuenta de esto fue revelador para mi.
Puedo ser aquella persona que desee, puedo sacar a pasear mi vocación.
Ese día todo se puso en su lugar y poco a poco me hice responsable de mi vida.
Me pregunto que le dirían a Amancio Ortega el día que se le ocurrió empezar su idea.
Cómo sería la primera conversación del creador de facebook con sus amigos.