¿Por qué mi pareja y yo discutimos tanto?
- Diferentes maneras de entender la relación.
- Dais importancia a distintas situaciones.
- Conflictos internos personales.
- Necesidades distintas de ser amado.
- Diferentes maneras estilos de vida.
- Ocultar información.
- No saber gestionar las emociones
- Uno de los miembros utiliza la comunicación desde el reproche o ironía.
- Las prioridades son distintas para los miembros de la pareja.
- Sentirse inferior a los demás, celos, envidia, dependencia emocional.
- Diferentes tipos de apego ansioso con apego evitativo o evasivo.
- Diferentes formas de entender la libertad.
- Cuando uno es muy casero y el otro necesita aire.
- Tareas del hogar mal asignadas/no se mantiene el compromiso.
Necesitas que te ame de una manera determinada y si no lo hace sientes que no te quiere.
Si me quieres, me darás lo que necesito.
Si no lo obtengo, pensaré que no me quieres, cuando pensamos que deberíamos ser atendidos de una manera determinada. Necesitamos sentirnos queridos, pero no de cualquier manera sino de la que a ti te hace sentido.
Este es el punto donde deberíamos reflexionar. Debemos ser autónomos para cubrir nuestras propias necesidades.
Nos creemos con el derecho de pedir explicaciones, exigencias personales que no he obtenido. Tenemos la necesidad de pertenencia y pensamos que por el compromiso adquirido forma parte de mi propiedad.
«Si me quieres, me contestarás al teléfono en cuanto te llame»
Queremos sentir que somos importantes para los demás.
Debemos de darnos cuenta que esta posesión nos aleja en cada paso un poquito más, ahogamos a la otra persona.
Aceptar la opinión de la otra persona como algo legitimo, observar que no solo es tu punto de vista sino que pueden haber más de un punto de vista sobre un mismo tema.
Valorar realmente si el tema por el que discutes es realmente importante, estás discutiendo con él/ella o bien lo que necesitas es que te den la razón.
Preguntar los motivos que le llevan a tomar unas decisiones y no otras.
Debemos estar agradecidos por estar juntos y darnos cuenta que debemos estar presentes entre nosotros y si te llega miedo trabajarlo a parte, debemos cuestionar si tienes la necesidad de exigirle a tu pareja peticiones, debes cuestionar las exigencias, eso supone hablar desde tu niña interior. El niño interior es exigente, egoísta, egocéntrico. En cambio el adulto es resolutivo, objetivo y reflexivo.
Si tienes muchos conflictos con tu pareja es porque al menos uno de los dos dais demasiada importancia a algunos temas.
Si tienes quejas a tu pareja, si necesitas se amada de otra forma te planteo un ejercicio muy interesante. Observa quien en tu familia no te dio ese amor, quien no te escuchaba, quien se fijaba en tus errores, quien no te eligió en el colegio…Tirar de los hilos nos ayuda a comprender nuestros reproches en la edad adulta, saber cuales son los motivos de sentirnos poco valorados.
«Vamos a hablar» es una frase que es muy típica en mujeres pero pone los pelos de punta a la mayoría de hombres que parecen tomar distancias tras estas palabras. Distanciarse sería su manera de protegerse emocionalmente y poder darse el cuidado que piensan que necesitan ante una nueva situación nueva e inesperada.
Recordamos que al ser humano le gusta la seguridad, no la inseguridad y más en el ámbito de la pareja.
La frase «tenemos que hablar» creo que está mal enfocada desde mi punto de vista, mi sensación desde siempre es que no nos ponemos de igual a igual sino pasamos a ser rivales o así se puede entender. Recuerda al rol del padre o la madre, al profesor o al jefe cualquier figura de autoridad.
Cuando estamos en pareja es lo último que deseamos rangos de autoridad distintos.
Inmediatamente nos hace desconectarnos como pareja, porque esperamos una bronca, un reproche, aunque sea la primera vez en vuestra relación, pero seguro que esta persona ya la ha vivido antes en las figuras comentadas anteriormente. Tu pareja ya tiene registradas esas emociones dentro de él y sabe como le hizo sentirse la última vez.
Puede que le hiciese sentirse culpable, defectuoso, molesto, incomprendido o incluso reprendido.
Esto en muchas ocasiones provoca necesidad de alejamiento en el hombre con el fin de recuperar su estabilidad emocional. La mujer en ese momento se siente incomprendida.
Empieza la brecha entre ellos.
Mi recomendación: No llegar a un punto de acumulación emocional. Cambiar la frase «Tenemos que hablar» por cualquier otra que genere motivación, solución, construcción, podemos pasar a las propuestas amables.
Por ejemplo: Pablo y Lucía tenían muchas diferencias con la limpieza del hogar, Lucía empezó a encargarse de su mitad pero Pablo poco a poco fue desinflándose por el camino. Ella cada día asumía más limpieza que le correspondía a Pablo.
Lucía pensó: – ¡ya no puedo más! Hoy mismo le digo «Tenemos que hablar». En consulta consiguió desahogarse conmigo y soltar todo el dolor.
Lucía después de meditar y soltar todo el malestar, decidió comentarle a Pablo, Cariño como estamos tan liados y con tanto trabajo, veo que llegas tan cansado de trabajar y yo también lo estoy, que he pensado en contratar a una señora que nos ayude con las tareas del hogar. Vendrá dos veces a la semana así yo estaré más descansada cuando llegue la noche y podremos pasarlo bien en lugar de encontrar nuestra versión más cansada.
¿Qué te parece? a Pablo le pareció una idea fantástica y le quitó un peso de encima.
Curiosamente después de esta decisión Lucía confesó que llegaba descansada al final del día y eso le hacia tener más ganas de sexo. La pareja mejoró su relación.
Construye una buena comunicación, cuidado con descargar a tu pareja las acumulaciones que te pueden sobrepasar.
Por lo general la mujer y el hombre tienen distintas formas de comunicarse, al hombre le cuesta mostrar sus sentimientos y la mujer necesita información. Es importante respetar los tiempos y no exigir al otro hablar si vemos que no le apetece, por lo general puede ser que sea algo más profundo para ambos y no nazca de vuestra relación como tal sino de vuestro pasado.
Es importante para que nadie se sienta rechazado.
Relaciones con carencias afectivas
Debemos partir de la idea que una pareja nunca pude cubrir nuestra felicidad por completo, nos puede ayudar a tener una vida más cómoda, alguien con quien hablar, hacer actividades y crear un hogar si es el deseo. Pero no le podemos ceder la responsabilidad de rescatarnos de nuestra insatisfacción.
Buscamos a una persona diferente con la que estamos, pensamos que si mi pareja cambiase su manera de ser, yo me sentiría feliz y esto no es así.
Buscamos que nuestra pareja cada vez nos dé más de aquello que nos gusta y cada vez soportamos menos sus defectos.
Empezamos a molestarnos si no hace lo que esperamos y nos culpamos mutuamente cuando no obtenemos resultados deseados.
Se relacionan desde su niño interior y entran en la relación de pareja proyectando en sus necesidades más ocultas . Es como si dos niños con cuerpos de adultos se encontrasen en una historia de amor para la que no están preparados.
En realidad no importa la persona con la que estés, esperas que te den algo que no has encontrado dentro de ti.
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